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Anestesia en odontología: técnicas, tipos y duración de sus efectos

Fecha publicación: 04/10/2022

¿Vas a acudir a tu dentista de confianza para que te extraiga una muela del juicio? ¿Has pedido cita en Praxis Dental para que te hagamos una endodoncia? Probablemente, si es así, te estarás preguntando si vas a sentir algún tipo de molestia durante la intervención. Sin embargo, recuerda que gracias a la anestesia local, cualquier tratamiento odontológico es totalmente indoloro. Y es que sin la anestesia dental, la mayoría de los procedimientos odontológicos serían imposibles de llevar a cabo. De hecho, la gran mayoría de los tratamientos médicos –incluidos los odontológicos- dependen de la anestesia local para que los pacientes no sientan dolor durante las intervenciones. Antes de la aparición de la anestesia bucal, procedimientos como la restauración de un diente o la extracción de una muela del juicio eran muy complicados de ejecutar.

Sin la anestesia, estos tratamientos, o bien eran muy dolorosos, o bien eran imposibles de sobrellevar por el paciente. Por suerte, la anestesia se ha convertido en un elemento fundamental en todas las clínicas odontológicas. Gracias a este tratamiento de sedación podemos llevar a cabo cualquier clase de intervención sin que el paciente sufra molestias. En la actualidad, podemos encontrar diferentes tipos de anestesias bucales, y optamos por un método u otro en función de la clase de tratamiento dental al que se vaya a someter al paciente. En este artículo vamos a explicaros qué es la anestesia dental, qué técnicas y qué tipos existen, así cómo sus efectos. Tomar nota y recoger toda la información necesaria para afrontar, de forma segura y sin miedos, esta técnica.

Anestesia dental: ¿qué es y de qué está hecha?

La anestesia local es un tratamiento de sedación que permite, tanto a médicos como a dentistas, eliminar la sensibilidad de una zona específica de nuestro cuerpo. Con la anestesia local el paciente pierde la sensibilidad táctil y dolorosa de un parte de su cuerpo como, por ejemplo, puede ser su boca. De esta manera, el odontólogo puede llevar a cabo de una manera más cómoda el tratamiento. Por ejemplo, imaginemos que nos van a extraer un diente. Sin embargo, el facultativo nos lo saca sin el uso de anestesia. Obviamente, esto hará que sintamos en todo momento un dolor muy intenso. Por lo tanto, el tratamiento será muy molesto para nosotros los pacientes, al tiempo que es muy complicado de ejecutar para el dentista. Cuando un paciente está bajo los efectos de la anestesia, se suele relajar al saber que no notará dolor alguno.

De hecho, mediante la aplicación de la anestesia bucal, los odontólogos actuales logran lo que siempre desearon sus predecesores del siglo XVIII para atrás: tratar al paciente sin que este sienta dolor durante el tratamiento a realizar. El uso por primera vez de la anestesia local en odontología se le atribuye a Horace Wells, quien en 1844 comenzó a extraer dientes con el uso de óxido nitroso. La anestesia usada en odontología está compuesta por lidocaína, tetracaíana y benzocaína. Fármacos que bloquean cualquier impulso sensitivo.

Tipos de técnicas de anestesia y sedación

Como ya se ha indicado, en función del procedimiento a realizar por el dentista, se utilizara una u otra técnica de anestesia o sedación. Los tipos más comunes de anestesia dental son los siguientes:

-Anestesia local: es el tratamiento de sedación más usado por los odontólogos. Para su aplicación, el facultativo aplica una inyección con anestesia en una zona específica de la boca del paciente. En cuestión de unos pocos minutos, la persona anestesiada no siente absolutamente nada en la región donde se aplicó la inyección. Por lo tanto, el profesional puede llevar a cabo cualquier intervención de forma relajada, puesto que el paciente no va a sentir molestias. Al cabo de dos o tres horas, la zona anestesiada recupera la sensibilidad.

-Spray anestésico dental: se utiliza para adormecer ligeramente la zona que el odontólogo va a intervenir. El paciente solo pierde por un pequeño espacio de tiempo (alrededor de 30 minutos) la sensibilidad en esa región. Este técnica se suele utilizar en tratamientos leves como es el caso de la extracción de un diente con una raíz pequeña, o bien una higiene dental. También es habitual que el facultativo lo use para aplicar a pacientes con miedo a las agujas.

- Sedación por óxido nitroso: se trata de sedar levemente al paciente mediante una mascarilla que expulsa óxido nitroso y oxígeno. Cuando el paciente inhala el óxido de nitrógeno, permanece consciente, pero pierde parte de la sensibilidad. De este modo, el odontólogo puede llevar a cabo la tarea sin preocuparse de las posibles molestias que pueda causarle al paciente. La sedación con óxido nitroso es un tratamiento que se emplea muchísimo en la Periodoncia. Concretamente, en los mantenimientos periodontales. Estos tratamientos son más dolorosos que las limpiezas bucales, por lo que se opta por esta técnica en lugar del spray anestésico.

- Sedación consciente: este método de sedación es utilizado de manera muy limitada en las clínicas dentales. Solo se aplica en aquellos pacientes que sienten ansiedad extrema a la hora de someterse a un tratamiento odontológico. Por las dificultades que extraña, es un procedimiento que solo puede llevar a cabo un médico anestesista. Y es que la sedación consciente depende de la combinación perfecta de una serie de medicamentos que relajan al paciente y bloquean su sensibilidad. Antes de poner en práctica esta técnica, los médico anestesista tiene que realizar pruebas previas al paciente. Por ejemplo, en esta técnica es imprescindible hacer test de coagulación de sangre y electrocardiogramas.

- Anestesia general: es un tratamiento que no se hace en las consultas dentales. La anestesia general se aplica en los hospitales. Se utiliza para intervenciones delicadas como puede ser la cirugía maxilofacial.

¿Qué tipos de anestesia dental local existen?

Además de las clases de anestesia local que acabamos de mostrar, debemos distinguir tres tipos en función de su tipología:

Anestesia troncular: se utiliza en odontología para sedar la arcada inferior de la boca. Para ello, los dentistas aplicar la anestesia cerca del nervio dental inferior. De este modo, conseguimos que el paciente pierda la sensibilidad en la arcada inferior, el labio inferior y la lengua.

Anestesia infiltrativa: se emplea para adormecer la arcada superior del paciente. Sin embargo, en niños esta anestesia también suele usarse para sedar la arcada inferior.

Anestesia intraligamentosa: como su propio nombre indica, este tipo de anestesia se administra en el ligamento y hueso dental. Se emplea tras aplicar la anestesia troncular, cuando el tratamiento requiere intervenciones más localizadas como, por ejemplo, las endodoncias. Por lo tanto, está expresamente ideada para las intervenciones de mayor duración.

¿Cuánto duran los efectos de la anestesia dental?

Por norma general, los efectos de la anestesia bucal duran entre 1 y 3 horas. Durante este intervalo de tiempo, el paciente ira lenta y progresivamente recuperando la movilidad y sensibilidad de la zona anestesiada. No obstante, en el caso de la anestesia con óxido nitroso, los efectos se revierten en el trascurso de unos 20 minutos después de que el paciente ha dejado de inhalar el gas. Por último, la sedación consciente es la que más tiempo dura, puesto que se aplica por vía intravenosa. Generalmente, el efecto desaparece por completo al cabo de unas 6 horas, pero este tiempo puede variar según cada paciente. Si tenéis alguna duda sobre la anestesia dental, no dudéis en consultarnos. Podéis poneros en contacto con nosotros a través de nuestro teléfono 925493012 o correo electrónico [email protected].

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