El dolor de muelas es una de las principales causas por las que nuestros pacientes acuden a Praxis Dental. Se trata de una sensación muy desagradable que puede, en el peor de los casos, llegar a provocar que la persona que lo sufre no pueda desarrollar una vida normal. De repente, tras comer o beber algo, siente un dolor intenso y punzante en una o varias piezas dentales. Una auténtica tortura que puede prolongarse desde unos pocos minutos hasta varias horas. ¿Le resulta familiar esto? En efecto, hablamos del temido dolor de muelas. Una afección que afecta a muchas más personas de lo que imaginamos. Por desgracia, el dolor de las muelas o, mejor dicho, de los nervios dentales es un problema que prácticamente todos hemos experimentado alguna vez en la vida. Este intenso, fuerte y desagradable dolor, puede estar provocado por varios motivos, pero principalmente por el deterioro de los nervios dentales. A continuación, vamos a mostrarle cuáles son las causas de esta dolencia, así como sus síntomas, tratamientos y prevención.
El dolor de muelas proviene de la inflamación de la pulpa. ¿Qué es la pulpa dental? Pues bien, es un tejido blando que se encuentra dentro de cada uno de los dientes y que contiene los nervios, la sangre y los conductos por donde fluyen los suministros hacia la pieza dental. La pulpa dental tiene tres funciones claves a la hora de mantener la salud de los dientes: les proporciona vitalidad, los protege y los repara. Ahora bien, el dolor de muelas viene ocasionado cuando la pulpa dental se encuentra inflamada (pulpitis) debido a una infección por bacterias. La pulpitis se puede desarrollar en uno o varios dientes a la vez. Obviamente, cuando mayor número de piezas se encuentre infectadas, mayor será el dolor que presente el paciente en la boca. Además, se debe tener en cuenta que existen dos tipos de pulpitis: la reversible y la irreversible. En el primero de los casos, la infección todavía no está muy avanzada lo cual permite al odontólogo, por medio de diverso tratamiento, revertir la inflamación y salvar la parte sana de la pulpa.
En el segundo de los casos, la infección bacteriana es tan severa que no queda más remedio que extraer la pulpa dental. La pulpitis irreversible es una afección realmente dolorosa y molesta que debe tratarse lo antes posible. Además, como el grado de infección es tan elevado, puede facilitar que el paciente desarrolle otra infección muy severa: los abscesos periapicales. Estas infecciones se desarrollan justo en la raíz de los dientes, donde las bacterias provocan la formación de bolsas de pus. Esta pus localizada debe ser extraída lo antes posible, puesto que se extienden fácilmente a otras zonas de la boca como el hueso alveolar. Esto provocaría la perdida de parte de este.
Como ya se ha expuesto, la pulpitis se caracteriza por el intenso dolor que provoca en la boca de quienes la padecen. No obstante, en el caso de la reversible el dolor siempre es menor, pudiendo solo sentirse cuando se come o se bebe. En el caso de la irreversible la inflamación de la pulpa es tal que el dolor es muy molesto. Un dolor que se puede experimentar a cualquier hora del día, pero, sobre todo, durante la noche. Otros síntomas relacionados con cualquiera de los dos tipos de pulpitis son: inflamación de las encías, excesiva sensibilidad a los alimentos y bebidas fríos, calientes o dulces.
Ya hemos explicado que el dolor de las muelas se produce por la inflamación de la pulpa dental. Ahora bien, ¿cómo son capaces de llegar a la pulpa las bacterias que causan su inflamación? Los dientes están recubiertos por la dentina y el esmalte, ambas capas se encargan de impedir que las bacterias penetren hasta la pulpa dental. Sin embargo, cuando estas barreras se deterioran las bacterias lleguen a la pulpa y provocan su inflamación. Como ya hemos explicado en otras ocasiones, la caries es la principal causa por la que tanto el esmalte como la dentina sufren daños. No obstante, también se puede producir por otros motivos como, por ejemplo, un golpe violento sobre la pieza dental. Un traumatismo de estas características con frecuencia fractura el diente. Al producirse esta fractura, la pulpa dental suele quedar expuesta, permitiendo que las bacterias penetren en ella. Además otros problemas dentales como el bruxismo o la maloclusión también están relacionadas con la pulpitis.
La inflamación de la pulpa dental afecta principalmente a adultos, pero también se da en menores. En ambos casos –como siempre os insistimos-, resulta fundamental cuidar correctamente de la salud bucodental. Tener un buen hábito de limpieza bucal; procurar no tomar demasiados alimentos azucarados; evitar el tabaco y el alcohol; así como prestar atención a aquellas profesiones con alto riesgo de impacto en la boca (por ejemplo, los deportes de contacto) ayudan a prevenir la pulpitis.
Estos dependerán del tipo de pulpitis que presente el paciente. Si se trata de una pulpitis reversible, bastara con eliminar la zona afectada del diente y restaurarla con relleno. Este proceso es el que se aplica cuando la pulpitis reversible está ocasionada por una caries. Cuando el procedimiento termina, el paciente ya no siente ningún dolor en la zona afectada. Por otra parte, en el caso de la pulpitis irreversible, el especialista puede recomendar la eliminación de toda la pieza. No obstante, siempre se tratará de preservar en la medida de lo posible el diente. En este tipo de tratamientos, lo primero es proceder a la extracción de la pulpa (el nervio dental) dejando el resto del diente intacto. Una vez que se extrae la pulpa, el área hueca dentro del diente se desinfecta, se rellena y se sella.Si este tratamiento no es viable por la situación de la pieza, será necesario extraer todo el diente.
La pulpitis causa un dolor muy desagradable, sobre todo, cuando es irreversible. Por esta razón, el tratamiento debe ser llevado a cabo cuantos antes. No obstante, hasta el momento de que este llegue el odontólogo prescribirá medicamentos antinflamatorios no esteroides, para aliviar los síntomas de dolor y reducir la inflamación. Además se recomienda evitar el consumo de dulces, golosinas, helados, bebidas azucaradas, etc., ya que los alimentos con alto contenido en azúcar provocan que la inflamación de la pulpa se amplifique. Asimismo es importante evitar tomar alimentos o bebidas demasiados fríos o calientes. Los cambios bruscos de temperatura también afectan a la pulpa dental. Como siempre os recomendamos desde Praxis Dental, una buena higiene bucal y visitar al dentista con regularidad os ayudara a prevenir muchos problemas dentales, incluida, la pulpitis dental. Al menor síntoma de dolor de muelas, hay que acudir al dentista.
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