En este post vamos a profundizar sobre uno de los tratamientos más comunes de nuestra clínica Praxis Dental: la implantología dental . Estamos, sin duda, ante uno de los procedimientos odontológicos más importante y que más han avanzado en los últimos años. Sistemas digitales que diseñan y programan tratamientos odontológicos muy precisos, técnicas que minimizan el riesgo de padecer infecciones tras una cirugía oral, regeneración de tejidos óseos, etc. Estos son algunos de los avances que ya son una realidad dentro de la disciplina de la implantología dental . Los implantes dentales, sean del tipo que sean, tienen como objetivo reemplazar aquellas piezas que hemos perdido por motivos como los traumatismos, las enfermedades dentales o la higiene deficiente. Los avances en odontología han permitido el abaratamiento de este tratamiento hasta tal punto que, en la actualidad, es uno de los más demandados por los pacientes. De hecho, se estima que cada año en España se colocan más de 400.000 implantes (datos recogidos por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración). En definitiva, ya no hay escusas para someternos a esta clase de tratamientos y poder lucir una sonrisa sana y bonita. Llegados a este punto, repasemos los tipos que existen.
1. Implantes endo-oseos: deben este nombre a la naturaleza del procedimiento. Estos implantes están diseñados para su colocación en el hueso de la mandíbula. Dentro de esta categoría hay que diferenciar tres tipos: implantes dentales de tornillo (los más utilizados y duraderos); implantes cilíndricos (ideales cuando buscamos una fuerte sujeción, ya que el hueso se puede desarrollar en su interior) e implantes laminados (poco comunes, dado que su efectividad depende del tipo de diente donde se coloquen).
2. Implantes según el material: en esta categoría tenemos presentes dos tipos: los de zirconio y los de titanio. Los implantes de zirconio se caracterizan por ser extremadamente duros y resistentes. Además son de color blanco, por lo que mejoran significativamente los resultados estéticos del paciente. También resisten el paso del tiempo de forma brillante, ya que son muy eficaces ante elementos corrosivos. Por su parte, la mayor ventaja de los implantes de titanio es que son biocompatibles, es decir, la probabilidad de que el paciente los rechace es minúscula. Además estos implantes son fáciles de moldear, lo que reduce el tiempo de intervención.
3. Implantes según su colocación: de nuevo, tenemos dos tipos diferentes de implantes: de carga inmediata o en dos fases. Los implantes de carga inmediata se caracterizan porque no es necesaria la abertura de la encía para su colocación. En otras palabras, no requieren de una operación complicada y, por tanto, el tratamiento es rápido. El implante se coloca al mismo tiempo que se fija la corona. Entre las ventajas de esta clase de tratamientos podemos destacar: mejora inmediata de la calidad de vida del paciente, tratamiento mucho más corto y el abaratamiento del procedimiento. Los implantes dentales en dos fases funcionan de la siguiente manera: en la primera etapa se introduce el implante para que se fusione con el hueso maxilar; en la segunda etapa (pasados 3 o 6 meses) se coloca el pilar y la corona. Aunque es un proceso más complicado y costoso, los implantes dentales en dos fases tienen sus virtudes: son más resistentes y duraderos, su colocación es más precisa, impiden la perdida de hueso, el paciente recupera la función masticatoria...
Como ya hemos dicho, la implantología es uno de los procedimientos que más ha avanzado en los últimos años. Pero los científicos no están satisfechos, así que cada cierto tiempo se dan a conocer nuevos estudios sobre futuros tratamientos ontológicos de este tipo. Algunos solo son meras especulaciones, otros se encuentran en fase experimental, y otros ya son una realidad. Estos son los implantes dentales del futuro:
1. Implantes con fármacos: esta propuesta ha sido ideada por los cientificos del Centro de Genética Microbiana y Vegetal de Belgica. Como su nombre indica, estos implantes se caracterizan por incorporar un dispositivo integrado en su interior que libera fármacos de forma progresiva. Su objetivo es evitar que las bacterias se desarrollen en el lugar donde se ha colocado el implante. Además, este tipo de implantes pueden llenarse de fármacos de nuevo en caso de ser necesario. Por el momento, los implantes con fármacos están en fase de prueba.
2. Osteointegración con luz ultravioleta: en este caso hablamos de un proyecto financiado por el gobierno español (Ministerio de Economía, Industria y Competitividad). La propuesta esta en fase de desarrollo a cargo de la compañía EM Exact en colaboración con el Centro Tecnológico de Cataluña. El estudio se basa en el desarrollo de un implante dental de carga inmediata, pero con un sistema que activa la superficie del implante. Este sistema, en teoría, permitiría que la unión entre el hueso maxilar y el implante fuera sobresaliente. Para ello la superficie del implante ha sido perfeccionada para que racione a la luz ultravioleta. Según se recoge en la propia web de la empresa promotora “Este nuevo sistema permitirá la activación superficial a través de un transportador sin precisar la extracción del implante de su interior, garantizando la esterilización de las piezas, simplificando el procedimiento y reduciendo los costes de material”.
3. Tratamiento HELBO: ha sido desarrollado por la compañía alemana Bredent Group. Básicamente, se trata de retirar las bacterias y hongos por medio de una coloración que reacciona ante la luz láser. Además, con la aplicación del láser se consiguen también efectos analgésicos y cicatrizantes. Sus creadores afirman que se trata de un procedimiento idóneo para aplicar en tratamientos como la periodontitis, la endodontitis, la cirugía odontológica y la caries.
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