Desde clínica Praxis Dental Toledo vamos a mostrarle lo que usted y su familia deben hacer en el caso de que sus dientes tengan grietas. Las fisuras dentales son más comunes de lo que pensamos y pueden ser realmente molestas. Actitudes como morder un cubito de hielo o un caramelo y el bruxismo (rechinar los dientes) inducen con facilidad a que un diente se agriete. Las fisuras dentales afectan, principalmente, a los molares y los premolares, puesto que son las piezas encargadas de absorber la mayor parte del impacto durante el ejercicio de la masticación. Si bien es cierto que en muchos casos los síntomas de una fisura dental no son demasiado molesto en otros resultan verdaderamente graves. Una fisura menor suele ser solo cuestión de estética, sin embargo, las grietas de mayor tamaño deben ser tratadas por un odontólogo, ya que el dolor que causan puede llegar a incapacitar. Si usted o alguno de los miembros de su familia presenta una grieta en un diente no dude en visitar nuestra clínica, para que podamos darle una solución a este problema.
Se trata de grietas o hendiduras que se producen en el esmalte de los dientes. El esmalte es una capa protectora que recorre toda la superficie de los dientes con el objetivo de hacerlos más resistentes. Cuando se produce una fractura en el esmalte el diente queda expuesto a los elementos externos (bacterias, cambios de temperatura...), por lo que las posibilidades de padecer sensibilidad dental, infecciones e, incluso, la perdida del diente por fractura son mayores. Contrario a lo que se piensa, las fisuras dentales son bastante comunes pues afectan a más del 40% de la población independientemente del género, siendo más frecuentes en personas de entre 30 y 60 años. Del mismo modo que cualquier otra afección bucodental, los síntomas de las fisuras varían en función del grado, pero también del tamaño y su profundidad. Los síntomas incluyen aumento de la sensibilidad dental al tomar alimentos demasiados fríos o calientes; dolor e inflamación de las encías; calambres durante la masticación por la liberación de presión., etc. Los dientes con fisuras causan dolor por una simple razón: la masticación provoca que la pieza se abra y cierre continuamente. Cuando una grieta se abre expone la pulpa sensible dentro del diente. De ahí, el dolor tan intenso que sienten muchas personas.
El principal motivo por el que se producen las fisuras dentales tiene que ver con la masticación. Hábitos como masticar hielos, caramelos, turrones o frutos secos duros aumentan de forma significativa las probabilidades de que un diente se rompa. En Praxis Dental recomendamos evitar en la medida de lo posible el consumo de estos alimentos para evitar el problema. Además, cuando se tomen hay que tener especial cuidado de no realizar movimientos demasiado bruscos durante la masticación. Otro de los causantes de las fisuras son los cambios bruscos de temperatura. Actitudes como beber un refresco muy frío mientras se toma una comida caliente pueden provocar la rotura del esmalte dental. El Bruxismo, es decir, el hábito de rechinar los dientes, también suele generar que los dientes se agrieten, puesto que desgasta la superficie del diente. Además, la propia presión que provocamos al apretar los dientes durante el bruxismo conlleva la aparición de grietas dentales de manera espontánea. Finalmente, los traumatismos también son motivo para que aparezcan fisuras en los dientes: un golpe en la boca por accidente, por una caída, por una lesión...
Las fisuras dentales se pueden clasificar según la cantidad de tejido dañado. En este sentido, pueden afectar a la corona dental, a la raíz o ambas partes. Del mismo modo, la forma de la grieta suele ser también importante a la hora de hacer un diagnóstico para vislumbrar como será en tratamiento. Según su forma, las fisuras dentales se clasifican en verticales, horizontales u oblicuas. Por último, el modo en el que se ha producido la fisura también se utiliza a la hora de clasificarlas. Como ya hemos dicho anteriormente, las causan pueden derivar de una masticación traumática, del desgaste del esmalte, de los cambios de temperatura o de una oclusión traumática. Para finalizar, los molares y premolares son los más afectados, puesto que son los que aguantan la mayor parte de la presión durante la masticación.
Dependiendo de donde se encuentre, de su tamaño y si afecta o no a la encía, el especialista recomendara tratamientos como el sellado mediante resinas. No obstante, si la fisura es muy profunda se procederá a practicar tratamientos endodónticos para evitar que se extienda hacia la pulpa. En los casos más severos no quedará más remedio que extraer la pieza.
Para eludir las fisuras dentales se recomienda evitar masticar alimentos duros, los cambios bruscos de temperatura y el bruxismo. Además, en el caso de practicar deportes de contacto como el boxeo o las artes marciales -causante muy comunes de las fisuras- es importante utilizar siempre un protector bucal o una máscara protectora. Recuerde que ignorar el dolor en los dientes no es un tratamiento. Cuando sienta molestias en sus piezas dentales o en cualquier otra zona de su boca acuda al dentista.
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