Recesión de encías: causas, tratamientos y prevención

Fecha publicación: 25/10/2023

La recesión de la encía o retracción gingival son los términos que, los especialistas en Odontología, empleamos al referirnos al desplazamiento hacia atrás de los tejidos de la encía que cubren las raíces de las piezas dentales. Esta enfermedad bucodental es una de las más frecuentes entre la población. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimo que en 2022 más de 1.000 millones de personas en todo el mundo padecen periodontitis, causa principal por la que se produce la recesión de las encías. La retracción gingival es una enfermedad que va más allá de lo puramente estético, ya que puede derivar en problemas dentales muy severos. Por ello, es importante conocer todo lo que gira en torno a esta anomalía. Desde sus causas, síntomas o tratamientos, hoy veremos todo lo que concierne a la recesión de encías.

1. ¿Por qué se retraen las encías?, y ¿qué síntomas presentan?

Enfermedades de las encías (periodontitis): suelen ser la razón más frecuente de este problema. Se conocen como enfermedades de las encías a la gingivitis y la periodontitis . Ambas están causadas por la presencia de bacterias entre el diente y la encía, lo que provoca inflamación y destrucción de los tejidos de las encías.

Cepillado agresivo: cepillarse los dientes es fundamental para evitar cualquier clase de enfermedad relacionada con la salud bucodental. Sin embargo, se debe hacer con la frecuencia y presión adecuadas. Algunas personas se cepillan los dientes más veces de lo que en realidad es necesario. Otras lo hacen con una fuerza desproporcionada. También hay quienes, suponiendo que de este modo tendrán mejores resultados, se lavan los dientes con cepillos con cerdas muy duras. No obstante, excederse en el cepillado de los dientes puede producir la recesión de las encías. En especial, el área denominada como encía marginal (situada justo en la línea gingival) es muy proclive a sufrir daños por el cepillado agresivo.

Componentes genéticos: algunas personas, por genética, tienen las encías más finas de lo normal. Por lo tanto, tienen más probabilidades de padecer esta enfermedad. Además, si este factor se combina con las causas que hemos comentado con anterioridad, las posibilidades de sufrir retracción en las encías se multiplican.

Maloclusión dental: hablamos de maloclusión dental cuando los dientes de un paciente no están alineados correctamente. Hay tres tipos de maloclusiones: transversales (maxilar superior demasiado estrecho), verticales (los incisivos superiores e inferiores no entran en contacto) y sagitales (las muelas inferiores están más adelantadas que las superiores). Los dientes evolucionan (principalmente, en cuestiones de tamaño o posición) con el paso del tiempo, por lo que los problemas derivados de una mala alineación de los mismos pueden ejercer presión adicional en las encías, provocando que estas se retraigan.

Síntomas derivados de la retracción de las encías: por norma general, durante las primeras etapas de la retracción gingival resulta complicado detectar el problema. Sin embargo, esto cambia por completo conforme la enfermedad avanza. El primer indicio de recesión de las encías es la aparición de la sensibilidad en los dientes . Esto se produce porque las raíces de las piezas dentales quedan totalmente expuestas a la acidez de algunos alimentos, así como al calor o el frío. Otro indicativo de que padecemos recesión de las encías es la presencia constante de inflamación y dolor de las mismas. En las últimas etapas de la enfermedad, los pacientes también suelen presentar sangrado en las encías al cepillarse o comer alimentos duros. Finalmente, la recesión de encías facilita la acumulación de bacterias en las áreas que quedan expuestas, ocasionando mal aliento .

2. ¿Cómo prevenir y tratar la recesión de las encías?

Como hemos comentado, la causa principal de la retracción de las encías es la acumulación de placa bacteriana ocasionada por una higiene bucal deficiente. Por lo tanto, la mejor manera de prevenir esta enfermedad es seguir una rutina de limpieza adecuada : cepillarse los dientes después de cada comida, utilizar un cepillo con cerdas suaves y ejercer una presión controlada. Además, se recomienda usar hilo dental y enjuague bucal como medida de prevención para la aparición de placa bacteriana. También es importante el estilo de vida que se lleve. Las personas que toman alimentos saludables y ricos en vitaminas y minerales; evitan el tabaco y hacen deporte de forma regular, tienen menos probabilidades de padecer recesión en sus encías. Por último, no menos importante es acudir al dentista de forma regular para hacerse un chequeo dental . En las revisiones periódicas de nuestra boca, los odontólogos pueden detectar esta enfermedad antes de que haya producido daños mayores.

Respecto a la forma de tratar la recesión gingival o la retracción de las encías, lo primero que ha de evaluarse es su origen y la gravedad del problema. Dependiendo del motivo y del grado de severidad, el dentista tomará un enfoque más conservador o un tratamiento mucho más invasivo. Dicho esto, para los casos leves, lo habitual es que el odontólogo recomiende una higiene oral más eficiente al paciente: usar un cepillo más suave, hilo dental y enjuage bucal. También dará las indicaciones pertinentes para que la técnica usada en el cepillado de los dientes no dañe las encías. Por el contrario, para los casos más avanzados, el tratamiento suele consistir en una limpieza dental profunda . La limpieza dental profunda -o raspado y alisado radicular- es una técnica que consiste en retirar la placa bacteria y el sarro que se encuentra bajo la línea de la encía. Posteriormente, se procede al estiramiento de las encías para que regresen a su posición original. En los casos mas extremos, también se pueden realizar microinjertos de encía .

3. Consecuencias de no tratar la recesión de las encías

Cuando no se trata la recesión de las encías, esta enfermedad conlleva consecuencias muy negativas para nuestra salud dental y estética. Las más significativas son:

-Mayor probabilidad de desarrollar caries, al existir una superficie dental de mayor tamaño expuesta.

-Posibilidad de perder los dientes, ya que la retracción de la encía provoca que estos pierdan su soporte.

-Sensibilidad dental por la exposición de la raíz dental.

-Sonrisa antiestética, puesto que los dientes parecen demasiado largos.

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