El estrés es uno de los grandes males de esta época que nos a toda vivir. El trabajo, la familia, los amigos, a penas nos dejan tiempo para descansar como mereceremos. Fruto de esta rutina tan extenuante, nuestro cuerpo tiende a padecer síntomas como el estrés o la ansiedad crónicos. De hecho, el estrés es uno de los principales responsables del desarrollo de patologías tan severas para el organismo como la insuficiencia cardíaca, la hipertensión arterial, la obesidad o la diabetes. Sin embargo, lo que la mayoría desconoce es que vivir en un estado permanente de ansiedad también repercute en su salud bucodental. En el post de hoy, vamos a contaros cómo el estrés afecta a vuestros dientes. Al fin y al cabo, en Praxis Dental Toledo nos preocupamos por la salud bucodental de todos. Queremos que nuestros pacientes disfruten durante toda su vida de una sonrisa sana y unos dientes brillantes.
Cuando nuestro organismo está sometido a demasiado estrés, este nos lo manifiesta con síntomas como el dolor de cabeza, cuello o cervicales, repentinos. Otros indicios de ansiedad crónica son la dificultad para concentrarse o la sensación de cansancio permanente. Sin embargo, el estrés -un sentimiento de tensión física y emocional crónica- también favorece el desarrollo de patologías bucodentales como el mal aliento, los herpes, las aftas e, incluso, el bruxismo. A su vez, este tipo de enfermedades, con el tiempo, derivan en otros trastornos mucho más severos como es el caso de la caries y las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis). Por norma general, el desarrollo de estas patologías se produce porque la tensión constante a la que estamos sometidos por el estrés baja nuestras defensas. Los fallos en el sistema inmunológico del organismo permite que el número de bacterias de nuestra boca se multiplique, de modo que somos más propensos a la caries o la enfermedad periodontal.
Por otro lado, el estrés constante suele aumentar la producción de saliva, lo que genera un desequilibrio en el PH y erosión del esmalte de los dientes. Ambos síntomas, también favorecen la aparición de la caries dental. Respecto al bruxismo, es una de las patologías bucodentales derivadas de la ansiedad permanente, puesto que quien la sufre tiende a apretar y rechinar los dientes. Esta situación se agrava durante la noche, derivando en fuertes dolores de cabeza y mandíbula. Además, el bruxismo también ocasiona el desgaste de los dientes, así como su agrietamiento y, en última instancia, rotura y perdida. Las patologías bucodentales ligadas al estrés incluyen también el síndrome de la boca ardiente, que veremos en el siguiente apartado.
Bruxismo: como ya se ha indicado, el bruxismo es una afección en la cual la persona que lo sufre rechina, aprieta o cruje sus dientes. Esta patología es la forma en la que su organismo le hace entender a ese individuo que está siendo sometido a demasiado estrés, ira, frustración o fatiga. Es decir, es un reflejo de su estado de nerviosismo permanente. El bruxismo puede suceder tanto estando despiertos como dormidos, aunque es más habitual durante las horas nocturnas. Los principales problemas derivados del bruxismo incluyen: desgaste del esmalte, dolor en la mandíbula, alteraciones en la articulación temporomandibular, dificultad para dormir y dolor de cabeza.
Enfermedades periodontales: cuando -por el estrés- nuestro sistema inmunitario se ve debilitado, la posibilidad de desarrollar enfermedades como la gingivitis o la periodontitis aumenta de forma exponencial. La enfermedad periodontal tiene su origen en la acumulación de placa bacteriana (sarro) entre los surcos de la encía, y su primera manifestación es la gingivitis. La gingivitis es una enfermedad que tiene fácil solución: la limpieza bucal. Sin embargo, si no se trata esta deriva en periodontitis. La periodontitis es una afección mucho más severa, ya que es irreversible. Esta patología se caracteriza por una acumulación mucho más profunda de bacterias en la encía, provocando una infección de los tejidos hasta la progresiva retracción de la misma. Con la periodontitis prosperan otras enfermedades bucodentales como la inflamación y el sangrado de las encías, la halitosis, la sensibilidad y movilidad dentaria e, incluso, la perdida de los dientes.
Síndrome de boca ardiente: quienes sufren esta afección siente una sensación constante de ardor o picazón en su boca. Hay personas que en lugar de segregar más saliva por el estrés, les ocurre justo lo contrario: su cuerpo produce menos fluido salival. La falta de saliva en la cavidad oral desequilibra la flora bacteriana, provocando el desarrollo de infecciones como el herpes labial o las llagas.
Higiene oral apropiada: saber llevar una rutina de limpieza bucodental adecuada es fundamental a la hora de prevenir el desarrollo de cualquier patología en la boca. Cepillarse los dientes después de capa comida, emplear pastas dentífricas con flúor y el hilo dental, disminuyen las probabilidades de padecer enfermedades como la caries, la gingivitis y la periodontitis.
Chequeos dentales periódicos: en Praxis Dental Toledo os recomendamos acudir cada 6 meses a una clínica dental para haceros una revisión de la boca. De esta manera, el especialista podrá detectar a tiempo las fases iniciales de cualquier enfermedad oral que estéis desarrollando. Cómo la afección es descubierta a tiempo, no tendréis que someteros a tratamientos más complejos y costosos.
Alimentación saludable: es importante seguir una dieta saludable para nuestros dientes. En este sentido, lo recomendable es evitar los alimentos con alto contenido en azúcar: bollería industrial, chocolatinas, helados, refrescos, jugos... Estos productos favorecen la aparición de caries en los dientes.
Técnicas de relajación y apoyo psicológico: debemos intentar cambiar nuestra rutina, aquellos hábitos que nos someten a una constante sensación de ansiedad. Actividades como el yoga, la meditación o el deporte, reducen el estrés en el organismo. También es importante evitar las situaciones estresantes (discusiones laborales o familiares...), hacer cosas que nos apasionen (ir al cine, viajar, leer un libro...), dormir lo suficiente o aprender a establecer límites. La ayuda psicológica también puede ser un remedio.
Como hemos visto, el estrés afecta de manera negativa a la salud de nuestros dientes, encías, y boca en general. Estar constantemente en tensión daña la dentadura, provocando el desarrollo de patologías dentales severas. Para evitar los efectos que el estrés tienen en la salud bucodental, es importante seguir una rutina de higiene oral correcta, así como comer de manera saludable y someterse a un chequeo dental de manera regular. Si el estrés se manifiesta de forma crónica, resulta conveniente acudir a la vía profesional, para determinar cuál es el mejor tratamiento que nos permita preservar nuestra salud bucodental y mental.
Complete nuestro formulario de ortodoncia online
EMPEZAR