Probablemente, nunca hayas oído hablar de los «retratamientos» de ortodoncia. Sin embargo, déjanos decirte que sí existen. De hecho, son más comunes de lo que crees. Una vez leído esto, seguramente, a tu mente estén llegando preguntas como: ¿qué puede causar la necesidad de someterse otra vez a una ortodoncia?, ¿de verdad, merece la pena una segunda ortodoncia?; si es así, ¿qué clases de retratamientos de ortodoncia existen? En el siguiente artículo, resolveremos todas estas cuestiones, de modo que puedas iniciar una segunda ortodoncia sabiendo todo lo necesario sobre esta clase de tratamientos. En primer lugar, tranquilidad, ya que no se trata de un tratamiento complicado o destinado a resolver grandes patologías bucodentales. Las segundas ortodoncias son procedimientos que se enfocan en solucionar pequeñas correcciones, puesto que los movimientos importantes ya se solucionaron en el primer tratamiento (por norma general, cuando el paciente se encuentra en la niñez o adolescencia).
Desde el punto de vista estético, los retraimientos en ortodoncia no suelen suponer ningún tipo de complicaciones. Esto se debe a que las segundas ortodoncia se realizan en el 95% de las ocasiones con alineadores invisibles o Invisaling . Esta clase de aparatos abarcan una serie de ventajas frente a los brackets tradicionales (los más comunes en los primeros tratamientos): estética (férulas invisibles), limpieza (aparatos que se pueden quitar para su limpieza regular), comodidad (las férulas no provocan rozaduras ni dificultad a la hora de hablar) y menor duración (alrededor de 6 o 9 meses). Pero vayamos paso a paso. Como hemos dicho, la ortodoncia por segunda vez es un tratamiento muy común en los adultos. ¿Por qué? La explicación es muy sencilla: porque la dentadura de las personas pasa por diferentes etapas a lo largo de la vida. Al igual que sucede con el resto de nuestro cuerpo, la boca también sufre cambios a lo largo de su vida. Cambios que pueden producir pequeñas variaciones, como es el caso de la perdida de algún diente o la falta de retención posterior al tratamiento.
Recidiva dental: para que puedas comprenderlo fácilmente, la recidiva dental es cuando el tratamiento en ortodoncia que recibimos vuelve atrás. Es decir, se pierden todas las correcciones derivadas de la primera ortodoncia. La ortodoncia se encarga de guiar mediante alineadores los dientes a su posición natural. No obstante, con el paso del tiempo, las piezas dentales acaban por ocupar el lugar más cómodo. Por esta razón, es fundamental seguir las instrucciones posteriores a una ortodoncia y acudir de manera regular a la clínica para las revisiones pertinentes.
Pérdida de retención: hace unos años los retenedores dentales como tratamiento posterior a una ortodoncia no se utilizaban. Sin embargo, hoy en día la mayoría de los especialistas en ortodoncia recomiendan su uso para evitar el desplazamiento de los dientes en el futuro. Tanto fijos como removibles. Con el paso del tiempo, los retenedores suelen deteriorarse hasta romperse, o bien se pierden o el paciente deja de usarlos. La perdida de retención es una de las causas más comunes por las que es necesario someterse a una segunda ortodoncia.
Enfermedades periodontales: otro de los motivos de la necesidad de una segunda ortodoncia está ligado a las denominadas enfermedades periodontales: hipersensibilidad dental, gingivitis o periodontitis. Estas patologías se producen por la perdida de hueso y el retraimiento de la encía, los cuales suelen producir el desplazamiento de los dientes. Al no existir un hueso que sostenga correctamente las piezas dentales estás acaban por desplazarse de su sitio natural.
Perdida de dientes o erupción de las muelas del juicio: la salida de las muelas del juicio de forma tardía suele producir cambios muy significativos en la boca. Debido a su tamaño, forma de erupción y espacio que ocupa, una muela del juicio puede influir en la posición de varias piezas dentales. Es decir, puede provocar que las correcciones de la primera ortodoncia (recordemos, se hace en edades tempranas) se pierdan de forma parcial o completa. De la misma manera, la perdida de un diente suele desencadenar cambios en los adyacentes: intentarán ocupar el espacio libre que este ha dejado, desplazándose y ocasionando maloclusiones a medio o largo plazo.
Tratamiento de menor duración: algunas personas tratan de evitar someterse a una segunda ortodoncia -con lo que eso puede suponer para su salud bucodental- porque piensan que su duración será igual que el primer tratamiento. Nada más lejos de la realidad. Como la mayoría de las correcciones se dieron en la primera ortodoncia, el siguiente tratamiento para solucionar pequeños defectos no se extiende más allá de los 6 o 9 meses. Por el contrario, la primera ortodoncia suele tener una duración de entre 18 y 36 meses.
Tratamiento más cómodo: el 95% de las segundas ortodoncias se realizan con métodos tan novedosos como los alineadores Invisaling. Este tratamiento ortodóncico es mucho más estético, efectivo y cómodo que los brackets tradicionales.
Pautas de mantenimiento: es imprescindible seguir las pautas del ortodoncista para garantizar una retención correcta de los dientes. Además, la higiene dental será fundamental para conservas los dientes y evitar futuras patologías de alineamiento.
Procedimiento más económico: dado que una segunda ortodoncia se realiza en un periodo más breve, su coste será menor que el primer tratamiento.
Ortodoncia fija con brackets: este tratamiento solo se emplea en los casos más severos de desplazamiento de los dientes del paciente (alrededor de 5 o 10%). Por ejemplo, cuando la mordida es incorrecta (maloclusión). Los síntomas de esta patología afectan gravemente a la salud bucodental: aspecto anómalo de cara y dientes, molestias al masticar, dificultad al hablar o pronunciar o anomalías en las articulaciones temporomandibulares. Cuando se dan estos casos, la mejor solución es la ortodoncia fija con brackets.
Aparatos removibles: si los movimientos dentales no han provocado una maloclusión, es decir, que los dientes de la arcada superior encajan bien con los de la inferior, se puede optar por una solución más sencilla, como son los aparatos removibles. Ya hemos comentado que se trata de aparatos que pueden quitar en todo momento. Cuando se colocan en la boca, impiden el movimiento natural de los dientes.
Ortodoncia Invisaling: también conocida como ortodoncia invisible, es la opción más común a la hora de realizar segundas ortodoncias. Las férulas Invisaling son 100% transparente y removibles. Por norma general, el paciente las suele llevar puestas durante el día, mientras que por la noche se las retira. Como se apuntó, la ortodoncia Invisaling es mucho más estética y cómoda. Además, es un tratamiento más corto y, por tanto, menos costoso.
Con el paso de los años, los dientes experimentan cambios al igual que sucede con otras parte de nuestro cuerpo. Alteraciones que suelen desplazar las piezas dentales hacia espacios que no son naturales. Incluso, cuando nos hemos sometido a una ortodoncia en etapas tempranas de nuestra vida. Por este motivo, la segunda ortodoncia puede ser el mejor método para corregir estas pequeñas desviaciones y evitar las consecuencias de las mismas. Además de someterse a una segunda ortodoncia, existen precauciones que puedes tomar para que los resultados del retraimiento perduren en el tiempo. Por ejemplo, acudir a una clínica especializada en ortodoncia de manera regular para someterse a revisiones dentales. Los retenedores dentales también son una opción valida, ya que minimizan el movimiento de los dientes. En conclusión, es normas necesitar ortodoncia por segunda vez si después de los tradicionales no se vuelve a pisar la clínica dental.
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